Anticoncepción natural I

La anticoncepción natural se vale de los ritmos y condiciones fisiológicas para encontrar el periodo del mes donde es muy poco probable que suceda la fecundación en caso de una relación sexual. Lo bueno es que no depende de instrumentos que puedan interferir en la relación ni de fármacos de los que haya que estar pendiente o puedan producir efectos secundarios. Lo malo es que no son demasiado fiables, llevarlos a cabo puede ser complejo y conlleva la prohibición de relaciones coitales (no así sexuales) a lo largo de determinados periodos.

Método de la temperatura basal del cuerpo.

La temperatura basal (base) es la temperatura más baja que alcanza el cuerpo humano en reposo, preferiblemente dormido. Se registra con termómetros de galio, que son mucho más precisos, y siempre ha de tomarse en el mismo agujero orgánico, habitualmente recto o introito vaginal. Cuando se produce la ovulación, esta temperatura basal se incrementa entre 0’5 y 1 grados centígrados.
Ha de anotarse la temperatura basal cada día, mejor a las mañanas y después de haber dormido al menos 6 horas, y hacer un gráfico para ver la evolución de esa temperatura. Inmediatamente después de la ovulación la curva irá hacia arriba y se mantendrá hasta final de ciclo si no ha habido embarazo. Por tanto, el periodo más fértil se situará en los 7 u 8 días anteriores a la ovulación, o a la elevación térmica, y en las 24 horas posteriores. El periodo infértil, entonces, será a partir de esas últimas 24 horas hasta el inicio del siguiente ciclo. Por ejemplo:
           
·        Entre el 1 y el 15 de febrero la temperatura media ha sido de 36'7.
·        Entre el 15 y el 16 la temperatura sube a 37'4.
·        Entre el 16 y el 26 la media es de 37'1, pero se ve una pauta a la baja.
·        Entre el 27 de febrero y el 16 de marzo la media vuelve a 36'6.

En este caso, el periodo más fértil se situaría entre los días 9 y 17. En esos días la relación sexual coital desprotegida estaría prohibida. A partir de entonces es cuando empieza la etapa menos fértil, entre el 17 y, más o menos, los días 8 y 9 del mes siguiente. Sin embargo, a medida que pase el tiempo, la probabilidad de embarazo es cada vez mayor. Es decir, en el ejemplo anterior, es más posible el embarazo a principios de marzo que a finales de febrero, y cada vez más posible según se acerca la fecha de la siguiente ovulación.
Para estar bien preparado hay que estudiar bien los ciclos y hacer el registro, al menos, durante tres meses seguidos antes de empezar a usar el método, con el fin de estar completamente seguros de las fechas críticas. El método requiere organización, disciplina y la capacidad de soportar tener relaciones sexuales que no incluyan coito desprotegido.
Si se lleva a cabo correctamente, o sea de manera perfecta, la eficacia es alta (menos de 1% de índice de Pearl), pero su compleja puesta en marcha y mantenimiento lo hacen poco eficaz, además de todos los factores que pueden influir en la temperatura del cuerpo, como enfermedades o comidas, y por tanto colaborar en una falsa percepción de los cambios en dicha temperatura.

Método del moco cervical.

También lleva el nombre de la pareja de doctores que lo desarrollaron buscando un método consistente con la moral católica: Billings. El moco cervical es la sustancia fluida y pegajosa que segrega la parte interior del cuello uterino y que tiene cambios notables a lo largo de todo el ciclo, supeditados a la secreción de las dos hormonas femeninas fundamentales: estrógeno y progesterona. A medida que se acerca la ovulación el estrógeno hace que el moco se haga más líquido, transparente y elástico. Después de esta, cuando la progesterona toma el control, el moco empieza a escasear, y el que hay se hace más opaco y fuerte.
Por tanto, el método se basa en saber identificar cuándo el moco es más líquido o abundante, y estimar un calendario similar al de la temperatura basal. Se establecen los días fértiles desde que el moco se hace más líquido hasta que, por decirlo de alguna manera, se solidifica.
Las fechas suelen coincidir con las del método de temperatura basal, así como sus puntos fuertes y débiles. Lo bueno es que es un método que no requiere más que de organización, y por tanto no hay nada que pueda interferir en la relación. Lo malo es que hay que aprender a identificar bien la clase de moco que se segrega, cosa que puede ser muy complicada, que requiere de disciplina, que el moco puede cambiar por factores diferentes al propio ciclo y la prohibición de coito en determinadas fechas.
Usuarias perfectas pueden esperar un índice de Pearl en torno al 3%. La eficacia real es mala.

Se puede encontrar más información sobre este método en particular aquí en castellano y aquí en inglés.



Continuará.


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