Anticoncepción de barrera I

Barrera. Son métodos que actúan como muro, valla o red impidiendo bien que el semen se derrame en la vagina bien que el derramado dentro entre o pase por el orificio cervical de la mujer. Aunque tienen un nivel de efectividad bastante alto, no son los mejores para evitar embarazos. Sin embargo, uno de ellos es la piedra angular en la prevención de enfermedades de transmisión sexual: el condón. Ningún otro método anticonceptivo es capaz de frenar las enfermedades, salvo el preservativo femenino en algunos casos (y hay alguna evidencia de que el diafragma podría ser efectivo a veces contra algunas enfermedades). De hecho, el condón no es totalmente seguro impidiendo determinadas infecciones que pueden transmitirse con el contacto piel a piel entre las partes del cuerpo que no cubre, sobre todo pubis y zonas de los muslos (el virus del papiloma humano y el herpes genital son las principales ETS que pueden transmitirse así).

Así que empecemos con el único método de barrera que se aplica en los hombres.

Preservativo o condón masculino.

El más conocido y el más extendido entre la población joven. Usados con el doble propósito con el que se usan hoy día desde que empezó a escribirse la historia, los primeros consistían en papel de seda oleoso, piel e intestinos de animales o incluso cuernos vacíos. Actualmente son de látex y de vinilo para los casos de alergia al látex.
El sobrecito del preservativo se abre siempre con los dedos, nunca con tijeras ni con los dientes, pues puede dañarse. Ha de colocarse con el pene completamente erecto y cerciorándose de que no quedan pequeñas cámaras de aire a lo largo. Generalmente se hace apretando la punta o depósito del condón, colocándolo en el pene y desenrollándolo hacia abajo hasta que lo cubra del todo.
Al final, ¿qué es lo importante? Pues aparte de utilizar uno nuevo en cada relación y tener cuidado de no dañarlo con dientes y uñas, ponérselo desde el inicio del coito, antes del primer contacto genital, usar un lubricante apto para condones en caso de que se use y, una vez el hombre haya eyaculado, sujetar el condón desde la base y sacar el pene, a ser posible todavía erecto. Algunos luego lo llenan de agua para ver si estaba pinchado, y así actuar en consecuencia.

Listo para ser colocado. Esa cúpula es el depósito.


En cuanto a eficacia, tiene un índice de Pearl de entre el 2% (usuario perfecto) y el 12% (usuario típico). La cuestión aquí es que depende mucho de su uso correcto. Por eso es tan importante enseñar a los adolescentes a colocarlos, antes de que intenten adivinarlo por su cuenta.
Y también es muy importante recordar que después de usarlo ha de envolverse en papel higiénico o de cocina y tirarse a la basura. NUNCA por el retrete.

Y ya pasamos a los métodos de barrera que se aplican en las mujeres.

Preservativo o condón femenino.

Está hecho de poliuretano o de nitrilo. Para describirlo sencillamente, podemos decir que es una fina bolsita que en cada extremo tiene un aro. En el extremo cerrado un aro algo rígido que se coloca sobre el cuello uterino y en el extremo abierto un aro menos rígido que se coloca sobre la vulva, manteniéndolo ahí. Es más resistente que el preservativo masculino pero, igualmente, su éxito depende de su uso correcto.
La ventaja principal es la autonomía que ofrece a la mujer, que ya no depende de que su compañero sexual quiera colocarse un condón o de que lo haga mal. Puede colocarse incluso una hora antes de que vaya a darse el coito y al adherirse a las paredes vaginales puede llegar a pasar inadvertido. Sin embargo, tiene una alta tasa de abandonos. Las razones que suelen dar las usuarias van desde desplazamientos, ruidos y dificultad en la colocación a razones estéticas.

El aro de la izquierda es rígido, el de la derecha no tanto. Foto de Wikipedia.


El índice de Pearl va desde el 5% de la usuaria perfecta al 21% de la usuaria típica. Es exitoso contra enfermedades pero nunca deben usarse condón femenino y masculino a la vez, casi por las mismas razones por las que no han de ponerse dos condones masculinos, uno encima del otro. Hay que tener cuidado de no dañarlo con las uñas en la colocación y usarlo una vez. Tras el uso, igual que con el condón masculino, envolvedlo en papel higiénico o de cocina y a la basura.

Continuará.



¡Hasta pronto!

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